viernes, 9 de mayo de 2014

Opinión personal

   Tras haber leído esta tragicomedia de Valle-Inclán, un referente en la literatura española, hemos llegado a la conclusión de que es una gran obra, no solo por su complejidad sino también por la manera en la que el autor ``disfraza´´ la realidad, burlándose así de la censura.
   Una de las cosas que más nos han impactado de este innovador escritor es su peculiar apariencia junto con su extravagante personalidad.

   Respecto a la obra, en su conjunto nos ha parecido muy compleja tanto por su escritura como por el hecho de que los personajes cambien de nombre en distintas escenas y sobre todo por el sentido crítico que en el fondo tiene. Esto se refleja con el final de la obra, cuando Pedro Gailo pronuncia las Divinas Palabras en latín, que actúan a modo de crítica hacia el poder que la iglesia tenía en la época, el S. XX.

   Otro de los aspectos que más nos ha llamado la atención son algunas de las costumbres propias de la época y que, por suerte, en la actualidad han cambiado. Por ejemplo el hecho de que tuvieran al Idiota, una vez muerto, postrado en un carretón para pedir limosna y poder pagar su entierro. Esto en la actualidad estaría visto como una falta de respeto hacia el difunto. Otra costumbre que se ha conseguido eliminar en la actualidad es el hecho de tratar a las mujeres infieles como a unas criminales, sometiéndolas a toda clase de humillaciones, llegando a  pasearlas desnudas por todo el pueblo, como es el caso de Mari-Gaila.

   En definitiva, este trabajo nos ha permitido conocer como era la sociedad gallega y española en la época así como el ingenioso género literiario propio de Valle, el esperpnto.

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